Tegucigalpa – La crisis en el sistema de salud pública se intensificó este jueves cuando la ministra de Salud, Carla Paredes, anunció que se deducirán responsabilidades contra los médicos que mantienen una huelga desde hace aproximadamente diez días.
Según informó la funcionaria, personal de recursos humanos ya está levantando actas junto con representantes de la Secretaría de Trabajo para documentar las ausencias.
«Reconocemos el derecho a cobrar en tiempo y forma, pero también que los procedimientos administrativos son extensos y deben cumplirse conforme a la ley», explicó Paredes, quien reveló que de más de 7,000 médicos en el sistema público, los problemas de pago afectan a menos de 70 profesionales.
La titular de Salud cuestionó la legitimidad de las asambleas convocadas por el Colegio Médico de Honduras (CMH), calificándolas de «absolutamente ilegales». Según Paredes, cada vez que el gobierno logra acuerdos sobre un punto específico, los representantes del gremio presentan nuevas demandas que incluyen a entidades descentralizadas, al hospital militar y al Seguro Social.
«El Colegio Médico se ha convertido en una organización paralela al Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares», afirmó la ministra, quien no ocultó su desencanto con la institución a la que pertenece. «Me duele en el alma porque estoy afiliada a ese colegio, pero ha perdido toda perspectiva al no preocuparse por el bienestar de la población».
Paredes destacó los avances logrados durante la actual administración, como el aumento del descanso profiláctico de 12 a 21 días, y la incorporación de más de 1,500 médicos a acuerdos permanentes, logros que atribuyó directamente a decisiones presidenciales y no a la gestión del CMH.
«Entiendo que estamos en un año político y que mi colegio está politizado», sentenció la ministra, quien aseguró que el gobierno pagará «hasta el último centavo» al personal médico, pero enfatizó que no hay derecho a sacrificar la atención sanitaria de la población mientras se resuelven estos conflictos laborales.
La paralización parcial de servicios médicos continúa afectando a miles de pacientes en centros hospitalarios públicos, mientras las negociaciones entre el gobierno y los representantes gremiales parecen estancarse en un ciclo de acusaciones mutuas.