Tegucigalpa – La Secretaría de Salud puso en marcha este martes un innovador programa de entrega de medicamentos a domicilio que abarca varios centros hospitalarios de referencia nacional y beneficiarios del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Sin embargo, la iniciativa ha generado controversia entre organizaciones civiles que cuestionan su sostenibilidad.
El sistema de distribución domiciliaria se implementó inicialmente en cuatro hospitales estratégicos: el Instituto Nacional Cardiopulmonar (El Tórax), el Hospital Psiquiátrico Santa Rosita, el Hospital Mario Mendoza y el Hospital San Felipe. Paralelamente, el servicio se extendió a personas de la tercera edad y pensionados afiliados al IHSS.
Esta medida busca facilitar el acceso a tratamientos médicos, especialmente para pacientes con condiciones crónicas y adultos mayores que enfrentan dificultades de movilidad para acudir personalmente a retirar sus medicamentos.
Cuestionamientos sobre la iniciativa
Blanca Munguía, directora de Salud de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), expresó reservas significativas sobre el programa. La especialista advirtió que las autoridades sanitarias «no deben jugar con la salud de la población» y calificó la medida como una estrategia con «más tinte político que beneficio real para el pueblo».
El principal punto de preocupación radica en el persistente problema de desabastecimiento que afecta al sistema de salud público. «No han logrado comprar los medicamentos del cuadro básico, no hay garantías que esto sea sostenible», señaló Munguía, quien considera que el programa podría agravar la escasez actual en los centros hospitalarios.
La crítica de la ASJ pone en evidencia una problemática estructural del sector salud hondureño: la dificultad para mantener un suministro constante de medicamentos esenciales. Este déficit plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema para sostener un servicio de entrega domiciliaria sin comprometer el abastecimiento en las instalaciones médicas.
La implementación de este programa representa un paso hacia la modernización de los servicios de salud, aunque su éxito dependerá de la resolución previa de los problemas logísticos y de suministro que han caracterizado al sector en los últimos años.