Tegucigalpa – La dirigente de Articulación Ciudadana, Gabriela Blen, dirigió duros señalamientos contra la administración de Xiomara Castro por el colapso definitivo en la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), identificando a los recién removidos funcionarios Enrique Reina y Rixi Moncada como los principales responsables del fracaso.
En declaraciones públicas, Blen cuestionó la gestión de ambos exfuncionarios, señalando que «se fueron con la deuda de la CICIH, en la que insistieron que trabajaban arduamente, para finalmente salir con lo que siempre dijimos: culpar a la ONU». La activista caracterizó toda la gestión como una maniobra dilatoria que culminó en lo que considera una traición directa al mandato popular.
Las acusaciones más severas de la representante ciudadana se centraron en la incapacidad demostrada por el excanciller Reina y la exministra de Defensa Moncada para materializar la instalación de la comisión anticorrupción. Según Blen, esta falla responde a «sus evidentes vínculos con los grupos criminales que cooptaron nuevamente los tres poderes del Estado».
La dirigente social advirtió sobre las consecuencias electorales que enfrentará el oficialismo por este fracaso, anticipando que «esa deuda les cobrará intereses más altos de lo que imaginan, porque el pueblo votó en contra de la corrupción, y cualquier grupo o partido que la encarne, tendrá el rechazo del pueblo en las urnas».
El pronunciamiento de Blen concluye con una sentencia histórica contundente: «la historia les recordará como los villanos que impidieron que la CICIH se instalara en el país», una declaración que según observadores políticos refleja el creciente malestar ciudadano ante el incumplimiento de una de las promesas más emblemáticas de la campaña electoral del Partido Libre.
Este fracaso en la implementación de la CICIH representa un golpe significativo para el gobierno de Castro, considerando que la lucha anticorrupción constituyó uno de los pilares fundamentales de su propuesta política y una de las principales expectativas generadas entre sus votantes.
Los analistas interpretan estas críticas como un indicador del deterioro en la relación entre organizaciones de la sociedad civil y el gobierno, especialmente en temas relacionados con la transparencia y el combate a la corrupción, aspectos que fueron centrales en el discurso que llevó al oficialismo al poder.