Tegucigalpa – La crisis en el sistema sanitario hondureño ha entrado en su décimo día consecutivo luego que el gremio médico, convocado por el Colegio Médico de Honduras (CMH), mantiene suspendida la atención en consulta externa y especialidades en los principales hospitales y centros de salud pública del país.
Desde el pasado 1 de abril, miles de pacientes han quedado sin acceso a servicios médicos esenciales, lo que ha provocado una creciente preocupación entre la población hondureña. Si bien inicialmente los ciudadanos respaldaron las demandas de los galenos, tras más de una semana sin atención, el descontento popular ha comenzado a manifestarse.
«La enfermedad no entiende de luchas gremiales», expresaron algunos pacientes que buscan atención médica, quienes advierten sobre posibles consecuencias fatales ante la falta de servicios sanitarios. El retraso en cirugías programadas y cancelación de citas médicas se suma a la imposibilidad de reclamar medicamentos, agravando la situación para los más vulnerables.
Las demandas del gremio médico se centran principalmente en el pago de salarios atrasados, con casos donde profesionales de la salud no han recibido remuneración durante los cuatro meses transcurridos del año. A pesar de que la Secretaría de Salud (Sesal) convocó a un diálogo el pasado lunes 7 de abril, la reunión concluyó sin acuerdos concretos.
El conflicto ha comenzado a extenderse a otros sectores sanitarios. Los odontólogos ya se han sumado a las protestas, aunque con demandas diferentes, exigiendo específicamente un aumento a la base salarial. Existe el temor de que enfermeras y otros profesionales de la salud, igualmente afectados por retrasos salariales, también se incorporen a las «asambleas informativas».
Las autoridades sanitarias han reconocido que existe un problema con el pago a algunos profesionales y han iniciado desembolsos parciales, pero el gremio médico ha advertido que mantendrá su postura hasta que se cancelen todos los salarios adeudados.
Mientras el diálogo entre el gobierno y los representantes gremiales permanece estancado, son los pacientes quienes enfrentan las consecuencias más graves de esta prolongada crisis en el sistema de salud pública hondureño.