Tegucigalpa – La diputada del Partido Liberal, Maribel Espinoza, arremetió nuevamente contra la conducción del Congreso Nacional, calificando de «autoritario» el actuar del presidente del Legislativo, Luis Redondo, y denunciando la falta de espacio para el debate y la participación de la oposición en las sesiones parlamentarias.
Las declaraciones de Espinoza se producen en medio de una creciente tensión institucional donde las diferencias entre el oficialismo y la oposición se han agudizado ante la falta de acuerdos y el estancamiento de importantes proyectos legislativos que requieren consenso para su aprobación.
Respecto al polémico préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la diputada denunció que el oficialismo pretende imponer su aprobación mediante presión y chantaje político, cuestionando las verdaderas intenciones detrás de los llamados al diálogo.
«Luis Redondo dijo que iba a abrir una puerta de diálogo y eso está bien, pero al final de cuentas, al parecer no desiste de su objetivo de que le aprobemos el acta», denunció la legisladora, sugiriendo que las ofertas de negociación constituyen únicamente una fachada para lograr los objetivos oficialistas. «Ese es el tema: quiere imponernos aprobar el préstamo del CAF. Y hay una sola voz: nadie va a aprobar ese préstamo», remarcó Espinoza, anticipando un contundente y unificado rechazo de la oposición a dicha iniciativa financiera.
La legisladora liberal señaló que ni siquiera se les permite presentar mociones de orden durante las sesiones, situación que según ella convierte al actual Congreso en un espacio donde únicamente se impone la voluntad del oficialismo sin consideración alguna hacia las voces disidentes. «Este es un gobierno, en este poder del Estado, de autoritarismo, de dictador.
Aquí solo lo que Luis Redondo quiere hacer se debe hacer. Nosotros no somos borregos», afirmó tajantemente, rechazando cualquier intento de subordinación política y defendiendo el derecho de la oposición a ejercer su papel fiscalizador y deliberativo dentro del marco democrático institucional.
En una comparación que evidencia las contradicciones políticas del momento actual, Espinoza cuestionó la doble moral aplicada a las estrategias de resistencia parlamentaria: «Cuando Libre estaba en insurrección legislativa era bueno y la pregunta es: ¿por qué hoy nosotros no podemos estar en insurrección legislativa?», planteó durante una comparecencia ante medios de comunicación, recordando las tácticas que el actual oficialismo utilizó cuando se encontraba en posición de minoría legislativa.
Esta referencia histórica busca legitimar las actuales estrategias opositoras como métodos democráticos de resistencia que anteriormente fueron validados por quienes hoy critican su implementación.
Espinoza defendió el papel de las bancadas opositoras, Liberal, Nacional y PSH, asegurando que a pesar de las diferencias ideológicas que tradicionalmente las separan, actualmente están unidas por una sola causa: la defensa de la democracia y el equilibrio institucional. «Aquí tenemos que conversar.
Este es un poder del Estado de deliberación», subrayó la diputada, enfatizando la naturaleza esencialmente deliberativa que debe caracterizar al Poder Legislativo como espacio de debate, negociación y construcción de consensos.
La situación actual del Congreso Nacional refleja una crisis institucional más profunda donde las reglas del juego democrático están siendo cuestionadas por ambos bandos, mientras los asuntos de interés nacional permanecen estancados por la confrontación política que ha convertido al Legislativo en un campo de batalla donde las posiciones se han endurecido hasta el punto de impedir cualquier tipo de acuerdo o colaboración entre las fuerzas políticas representadas.