Tegucigalpa – El economista Roberto Lagos se sumó este martes a las voces que demandan consecuencias inmediatas por el escándalo de fondos públicos que involucra al ministro de Sedesol José Carlos Cardona, sugiriendo que presente su renuncia para demostrar “coherencia y consistencia” entre sus declaraciones públicas y las acciones reveladas en el audio filtrado con la diputada Isis Cuéllar.
A través de su cuenta en la red social X, Lagos calificó la controversia como un “drenaje de fondos” de Sedesol hacia estructuras políticas, utilizando terminología que sugiere un vaciamiento sistemático de recursos institucionales para fines electorales, más allá de los casos puntuales expuestos en la conversación grabada.
El especialista en política fiscal argumentó que la renuncia de Cardona facilitaría una investigación más profunda y creíble del manejo de recursos destinados a programas sociales. “Con una renuncia se realizará un proceso profundo de investigación con respecto al uso de los recursos orientados a ayudas sociales”, señaló Lagos, sugiriendo que la permanencia del ministro constituye un obstáculo para el esclarecimiento del caso.
Lagos propuso una solución institucional específica para garantizar transparencia en la investigación: “Definitivamente una auditoría internacional sería lo ideal en estas circunstancias”, una recomendación que coincide con el análisis de la ASJ sobre la necesidad de organismos externos para investigar casos de corrupción que involucran al gobierno hondureño.
La propuesta de auditoría internacional adquiere relevancia especial en el contexto de la resistencia gubernamental a instalar la CICIH, sugiriendo que el caso Cardona-Cuéllar podría fortalecer argumentos a favor de mecanismos internacionales de supervisión anti-corrupción que el gobierno ha rechazado sistemáticamente.
El economista situó el escándalo dentro de un patrón histórico más amplio de mal manejo fiscal. “Lagos lamentó como los gobiernos han distorsionado el propósito de la política fiscal”, una observación que trasciende la administración actual y sugiere problemas estructurales en el uso de recursos públicos independientemente del partido en el poder.
Esta perspectiva sistémica coincide con el análisis de Nelson Castañeda de ASJ, quien vinculó el caso con escándalos previos como Pandora y Arca Abierta, evidenciando que especialistas de diferentes sectores identifican patrones de corrupción que trascienden administraciones específicas.
La intervención de Lagos añade peso técnico a las demandas de renuncia, considerando su reconocimiento como analista independiente de política fiscal y su ausencia de vínculos partidarios evidentes, factores que otorgan credibilidad a su evaluación del impacto del escándalo sobre la gestión de recursos públicos.
El llamado a la renuncia surge después de que Cardona intentara defenderse durante conferencia de prensa, exhibiendo documentación para desacreditar a la candidata Lilian Montúfar y reiterando que todo el manejo de fondos fue legal y transparente. Sin embargo, estas justificaciones no han logrado disipar las críticas sobre el uso electoral de recursos estatales.
La propuesta de Lagos de combinar renuncia ministerial con auditoría internacional refleja una estrategia para restaurar credibilidad institucional mediante cambios de personal y supervisión externa, elementos que otros analistas han identificado como necesarios para abordar crisis de corrupción en instituciones públicas hondureñas.
El pronunciamiento del economista ocurre mientras la presidenta Castro mantiene presión sobre múltiples frentes, habiendo ordenado investigaciones del TSC y reportes de transparencia en 72 horas, pero sin tomar decisiones sobre la continuidad de Cardona en el cargo, una posición que genera expectativas sobre acciones más drásticas para demostrar el compromiso anti-corrupción proclamado por la administración.