Tegucigalpa – El general Roosevelt Hernández, máximo jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, ofreció una interpretación alternativa sobre los problemas ocurridos durante las elecciones primarias del pasado marzo, calificándolos como parte de una «guerra cognitiva» contra la institución militar.
«Las elecciones internas de marzo del dos mil veinticinco no solo fueron una jornada democrática, fueron también una prueba de fuego ante una nueva forma de guerra, una guerra cognitiva», declaró Hernández, sugiriendo que la institución enfrentó ataques deliberados a su imagen y credibilidad.
El jefe militar reconoció la existencia de retrasos en la entrega del material electoral y errores logísticos, pero argumentó que estos problemas fueron aprovechados para generar un ambiente de desinformación que propició ataques dirigidos contra el prestigio de las Fuerzas Armadas.
«En cuestión de horas, comenzaron a circular acusaciones sin fundamento, teorías conspirativas y mensajes diseñados para sembrar desconfianza», explicó Hernández, quien caracterizó estos eventos como parte de patrones «bien documentados» de guerra cognitiva y ciberguerra.
Según el militar, estas formas modernas de conflicto no buscan conquistar territorio físico sino influir en la percepción pública. «Se busca debilitar la moral, dividir a la sociedad y erosionar la confianza pública», afirmó.
Las declaraciones del general Hernández contrastan con las críticas recibidas por la institución tras las irregularidades en el proceso electoral, donde varios sectores cuestionaron el cumplimiento del mandato constitucional de las Fuerzas Armadas de garantizar el transporte, custodia y resguardo del material electoral durante los comicios.