Tegucigalpa – El embajador de Israel en Honduras, Nadav Goren, ofreció este lunes una explicación detallada sobre los objetivos estratégicos de la operación militar israelí contra Irán, en medio de una escalada que ha llevado el conflicto de Medio Oriente a uno de sus puntos más críticos en años. El diplomático reveló información alarmante sobre las capacidades nucleares iraníes y justificó la acción militar como una respuesta preventiva ante una amenaza inminente.
Durante una conferencia de prensa en Tegucigalpa, Goren delineó cuatro objetivos específicos de la acción militar israelí contra Irán: dañar las capacidades nucleares del régimen, destruir las capacidades balísticas, impedir una invasión terrestre similar al ataque del 7 de octubre protagonizado por Hamas, y crear las condiciones necesarias para frustrar el plan de destrucción de Israel orquestado por Irán.
El embajador no escatimó en detalles sobre la gravedad de la amenaza que representa Irán para su país. «Aunque al mencionar este plan de destrucción suena extremo, no necesitan escucharlo a mí, también pueden escuchar a los líderes militares e iraníes que casi a diario están hablando de su objetivo de eliminar del mapa a Israel», declaró Goren, caracterizando este plan como «organizado» y con «objetivos concretos».
Una de las revelaciones más impactantes del diplomático israelí se refiere a la acumulación de material nuclear por parte de Irán. Según Goren, el régimen iraní ha acumulado grandes cantidades de uranio altamente enriquecido, suficiente para la producción de nueve bombas nucleares. El embajador subrayó que gran parte de esta acumulación ocurrió en los últimos tres meses, describiendo un «aumento drástico en el volumen de producción».
Particularmente preocupante para las autoridades israelíes es el momento de esta aceleración nuclear. «Ese aumento de la producción sucedió cuando Irán estaba negociando con los Estados Unidos sobre un acuerdo del tema nuclear», reveló Goren, sugiriendo una estrategia de duplicidad por parte del régimen iraní durante las negociaciones diplomáticas.
El diplomático respaldó sus afirmaciones citando el reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que representa a 35 países y que declaró un día antes de la acción israelí que Irán estaba violando sus obligaciones nucleares. El organismo documentó «una rápida acumulación de uranio altamente enriquecido» y señaló «la falta de respuestas creíbles» por parte de las autoridades iraníes.
«Este reporte de la OIEA está diciendo en pocas palabras que Irán ha estado mintiendo al mundo durante años, mientras se preparaba para construir múltiples armas nucleares», afirmó Goren, concluyendo que «la diplomacia no logró cambiar el plan militar iraní» durante años de intentos de negociación.
La justificación temporal de la operación militar israelí, según el embajador, responde a la inmediatez de la amenaza nuclear. «Irán está solo en el momento de posesión de un arma nuclear, la amenaza en ese sentido era inminente. Israel no tuvo otra opción más que eliminarla antes de que sea demasiado tarde», explicó Goren.
El diplomático también proporcionó datos sobre el intercambio de ataques entre ambos países, revelando la magnitud de la ofensiva iraní. Según información oficial israelí, Irán lanzó 370 misiles balísticos de forma indiscriminada contra centros poblados israelíes. «Cada misil consta de una tonelada de explosivos, es un daño tan grande que cada misil puede hacer», enfatizó el embajador.
Las consecuencias humanas del conflicto, según las cifras proporcionadas por Goren, incluyen 592 heridos y 24 muertos del lado israelí. Estas cifras contrastan con reportes internacionales que indican al menos 224 muertos en territorio iraní desde el inicio de las hostilidades.
El embajador estableció una distinción fundamental entre las estrategias militares de ambos países. Mientras Israel, según su versión, ataca infraestructuras militares terroristas tomando medidas para minimizar el daño a civiles, Irán «ataca a civiles al asesinar a personas inocentes y también como parte de su estrategia».
El contexto más amplio del conflicto incluye los ataques israelíes exitosos contra instalaciones nucleares iraníes clave. Según reportes internacionales, Israel ha atacado las plantas de Natanz, Isfahan y Fordow, causando daños significativos a la infraestructura nuclear iraní. La planta de Natanz, donde Irán había estado enriqueciendo uranio hasta un 60% de pureza, sufrió la destrucción de su parte sobre el suelo.
La escalada actual representa el enfrentamiento directo más significativo entre Israel e Irán en décadas, superando los enfrentamientos indirectos que habían caracterizado su rivalidad regional. El conflicto ha llevado a Estados Unidos a emitir advertencias severas para sus ciudadanos en Irán, instándolos a abandonar el país inmediatamente, mientras que el espacio aéreo iraní permanece cerrado.
Las declaraciones del embajador Goren en Honduras reflejan la estrategia comunicacional israelí para justificar internacionalmente una operación militar preventiva que ha escalado hacia un conflicto directo con implicaciones regionales y globales significativas.