Tegucigalpa – El canciller de Honduras y candidato a designado presidencial, Enrique Reina, protagonizó un fuerte intercambio de acusaciones con el exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia y con una recompensa de 3.5 millones de lempiras ofrecida por las autoridades para dar con su paradero.
La confrontación pública se intensificó cuando Reina, a través de su cuenta en la red social X, calificó a Vásquez como «el cinismo mágico en persona». El canciller acusó al exmilitar de haber obedecido «a intereses oscuros y de pequeños grupos», violando la Constitución y las leyes al ser «la mano operadora de un golpe de estado» que, según sus palabras, violentó los Derechos Humanos, provocó el aislamiento internacional de Honduras y dejó una institucionalidad frágil con unas Fuerzas Armadas desprestigiadas.
«Ahora quiere aparecer de patriota y busca incentivar el desorden reinventando su propia farsa», añadió Reina en su mensaje.
Desde la clandestinidad, Romeo Vásquez no tardó en responder a estas acusaciones. «El cinismo es el suyo; yo no hice pactos con narcos ni con Hugo Chávez. Yo defendí la Constitución y obedecí a la Corte Suprema cuando su Jefe y expresidente quiso convertir Honduras en otra Venezuela», declaró el exjefe militar, añadiendo desafiante: «No me doblegaron antes, no lo harán ahora».
Este enfrentamiento se produce en el contexto de las secuelas políticas de los acontecimientos de 2009, que derivaron en el derrocamiento del entonces presidente Manuel Zelaya, actual esposo de la mandataria Xiomara Castro. Vásquez, quien ha estado publicando constantemente videos con mensajes en redes sociales, asegura ser víctima de una persecución política y de una justicia con «sed de venganza» por aquellos sucesos.
