Tegucigalpa – Una significativa inversión en el fortalecimiento del sistema de salud pública hondureño se materializó con la reciente donación del gobierno de Estados Unidos, que a través del Programa de Asistencia Humanitaria (HAP) destinó dos millones 707 mil 123 dólares para mejorar la infraestructura y equipamiento de varios hospitales del país. Esta contribución, equivalente a 70 millones de lempiras, representa un respaldo importante para el sector salud en un momento crítico para el sistema sanitario nacional.
La mayor inversión individual dentro de este paquete de donaciones se dirigió al Hospital Roberto Suazo Córdova de La Paz, que recibió un millón 728 mil 823 dólares, casi 45 millones de lempiras, destinados específicamente para la renovación de la sala de emergencias. Este hospital, que lleva el nombre del expresidente hondureño y atiende a una población de más de 173,000 personas del departamento de La Paz, representa un centro de referencia regional crucial para la atención médica especializada.
El Hospital Escuela, uno de los centros de salud más importantes del país, fue beneficiado con equipos y suministros médicos valorados en 235 mil dólares, equivalentes a casi 6.1 millones de lempiras. La donación incluye camas hospitalarias, mesas de examen, camillas y sillas de ruedas, elementos esenciales para mejorar la atención y comodidad de los pacientes en este centro que funciona como hospital de enseñanza y referencia nacional.
En San Pedro Sula, el Hospital Catarino Rivas recibió una doble donación por parte de Estados Unidos. La contribución total de 232 mil 100 dólares, casi seis millones de lempiras, se destinó tanto a mobiliario médico como a materiales de construcción para mejoras estructurales del centro hospitalario, fortaleciendo su capacidad operativa y las condiciones físicas de atención.
El Hospital Gabriela Alvarado de Danlí fue contemplado con equipo médico valorado en 88 mil dólares, equivalentes a 1.2 millones de lempiras. Esta inversión contribuye a modernizar el equipamiento disponible para la atención médica en la región oriental del país, mejorando la capacidad diagnóstica y terapéutica del centro.
Por su parte, el Hospital General del Sur en Choluteca recibió un paquete integral de apoyo valorado en 157 mil 500 dólares, casi 4.1 millones de lempiras. La donación incluye suministros médicos, equipo especializado, materiales para la reconstrucción del techo, equipo de oficina y refrigeradoras, abordando tanto necesidades operativas como de infraestructura básica.
La cooperación estadounidense se extendió más allá del sector salud, incluyendo el fortalecimiento de la capacidad de respuesta ante desastres. Las bodegas regionales de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) fueron beneficiadas con suministros de preposicionamiento para respuesta ante emergencias por un valor de 163 mil dólares, aproximadamente 4.2 millones de lempiras.
El sector educativo también fue contemplado en esta iniciativa de cooperación, con la donación de dos mil 500 escritorios escolares distribuidos en las sucursales de la Secretaría de Educación de cinco departamentos: Santa Bárbara, Cortés, Colón, Atlántida y Yoro. Esta contribución responde a las necesidades identificadas por las autoridades educativas para mejorar las condiciones de aprendizaje en las aulas hondureñas.
Esta donación se enmarca en el histórico respaldo que Estados Unidos brinda a Honduras en materia de cooperación no reembolsable. Según datos oficiales, Honduras se ha convertido en el país centroamericano que más fondos de ayuda recibe de Estados Unidos, habiendo captado 185 millones de dólares en asistencia no reembolsable durante 2024, representando el 33% del total destinado a la región.
La cooperación en salud entre ambos países tiene antecedentes significativos, incluyendo las donaciones de más de 5.8 millones de dosis de vacunas COVID-19 durante la pandemia, así como múltiples programas de fortalecimiento institucional y equipamiento hospitalario. El Programa de Asistencia Humanitaria forma parte de una estrategia más amplia de Estados Unidos para contribuir al desarrollo de capacidades en sectores críticos como salud, educación y gestión de riesgos en Honduras.
Esta inversión cobra particular relevancia en el contexto actual del sistema de salud hondureño, que enfrenta desafíos estructurales significativos y requiere modernización de equipos, mejoramiento de infraestructura y fortalecimiento de capacidades operativas para atender adecuadamente a la población nacional.