El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la firma de un nuevo acuerdo comercial con Vietnam. El pacto establece un arancel del 20% sobre los productos importados directamente desde ese país asiático, así como un 40% sobre aquellas mercancías vietnamitas que lleguen a EEUU a través de terceros países. A cambio, Estados Unidos obtendrá “acceso total” al mercado vietnamita.
Vietnam se encontraba entre las naciones más perjudicadas por las medidas arancelarias impuestas por Trump en abril, enfrentando inicialmente un gravamen del 46% sobre sus exportaciones.
Durante 2024, el déficit comercial de EEUU con Vietnam alcanzó los 123.500 millones de dólares, lo que representó un incremento del 18,1% respecto al año anterior, según cifras divulgadas por la Casa Blanca.
“Este acuerdo supondrá una gran cooperación entre ambos países. Las condiciones son que Vietnam pagará a Estados Unidos un arancel del 20% sobre todas las mercancías que ingresen a nuestro territorio”, escribió Trump en su red Truth Social.
El presidente también precisó: “El nuevo pacto incluirá ‘el arancel del 40% sobre cualquier transbordo’”, en referencia a la maniobra de enviar productos a través de un tercer país para evitar impuestos elevados.
Además, Trump celebró la concesión vietnamita de abrir completamente su mercado a los productos estadounidenses: “A cambio, Vietnam hará algo inédito: otorgará a Estados Unidos el ACCESO TOTAL a sus mercados comerciales. En otras palabras, ABRIRÁN SU MERCADO A ESTADOS UNIDOS’, lo que significa que podremos vender nuestros productos en Vietnam sin aranceles”, agregó.
Entre los productos que podrían beneficiarse del nuevo acuerdo, Trump mencionó las camionetas SUV, “que tan buen rendimiento tienen en Estados Unidos, serán una magnífica incorporación a las diversas líneas de productos de Vietnam”.
El mandatario también valoró positivamente sus intercambios con el principal dirigente vietnamita: consideró “un auténtico placer” el “tratar personalmente” durante las negociaciones con To Lam, secretario general del gobernante Partido Comunista y máximo dirigente del país.
Este acuerdo forma parte de un conjunto más amplio de negociaciones que Washington está llevando a cabo con varios socios comerciales, como parte de la pausa en la aplicación de los llamados “aranceles recíprocos” implementados por Trump en abril y suspendidos hasta el 9 de julio.
Según la Casa Blanca, la fecha límite del 9 de julio no es definitiva, y Washington mantiene abierta la posibilidad de alcanzar acuerdos más allá de ese plazo para evitar la imposición de nuevos gravámenes.
Además, la portavoz del gobierno, Karoline Leavitt, explicó: “El presidente simplemente puede ofrecer un acuerdo a estos países si se niegan a hacernos uno antes del plazo, y eso significa que puede elegir una tasa arancelaria recíproca que considere ventajosa para EE.UU”.
Leavitt también señaló que el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, “está trabajando muy duro y ha tenido discusiones muy buenas y productivas” con varios de los principales socios de EE.UU. en materia comercial.