Tegucigalpa – El experto en Derecho Internacional, Graco Pérez, considera sumamente difícil que la administración del presidente Donald Trump extienda el Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficia actualmente a más de 55 mil hondureños en Estados Unidos, cuya vigencia expira el próximo 5 de julio.
Según la normativa estadounidense, cualquier decisión sobre una posible prórroga debe ser anunciada al menos 60 días antes de su expiración, lo que establece como fecha límite para el anuncio el 4 de mayo de 2025. Sin embargo, Pérez se muestra pesimista sobre las posibilidades de renovación.
«Bajo las condiciones actuales veo probable que esto no suceda, dado lo que ha ocurrido en el caso de Venezuela que se había aprobado la extensión al igual que a El Salvador en el gobierno del señor Biden, y cuando llegó el señor Trump dijo que no, que daba por terminado el TPS hasta la fecha que correspondía hasta antes de la renovación», explicó el especialista.
Pérez señala que la política migratoria restrictiva de la administración Trump genera gran incertidumbre. La posición oficial de la Cancillería hondureña reconoce que le corresponderá al gobierno de Trump tomar la decisión final sobre la extensión del programa que vence en seis meses, aunque el gobierno ha expresado esperanzas de una resolución favorable.

El analista recordó un hecho significativo que refuerza su preocupación: el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, no incluyó a Honduras ni a Nicaragua durante su reciente gira por la región, lo que sugeriría que estos países podrían quedarse fuera de la próxima extensión del TPS.
Además, Pérez destacó que las relaciones entre Honduras y Estados Unidos «no han sido las más cercanas», a pesar de los esfuerzos del gobierno por proyectar una imagen de cooperación. Entre los factores que complican el panorama, el analista mencionó la relación de Honduras con China, el reconocimiento al gobierno de Venezuela y otros temas que dificultan la posibilidad de una extensión del TPS para los hondureños.
Finalmente, el experto cuestionó la cifra oficial de beneficiarios, sugiriendo que tras más de 20 años del programa, muchos hondureños podrían haber abandonado el TPS ya sea por retorno a Honduras, emigración a terceros países o por haber obtenido otro estatus migratorio en los Estados Unidos.