Tegucigalpa – El expresidente Manuel Zelaya ha respondido a las críticas surgidas tras la incorporación obligatoria de su libro «El Golpe 28-J: Conspiración transnacional, un crimen en la impunidad» en el currículo educativo nacional, medida implementada mediante el Decreto Ejecutivo 14-2025 publicado en el Diario Oficial La Gaceta el pasado 24 de marzo.
En declaraciones recientes, Zelaya defendió la decisión gubernamental y respaldó la administración de su esposa, la presidenta Xiomara Castro, afirmando: «Dejen que Xiomara Gobierne, si ella decide publicarlo (libro), está facultada para hacerlo».
La inclusión de esta obra, que presenta la perspectiva personal del expresidente sobre los acontecimientos ocurridos durante el golpe de Estado de 2009, ha generado una intensa polémica en diversos sectores de la sociedad hondureña.
Mientras sus partidarios consideran que el texto constituye una herramienta valiosa para comprender un episodio crucial de la historia reciente del país, los críticos argumentan que su implementación obligatoria podría representar una forma de adoctrinamiento ideológico que profundizaría las divisiones sociales.
Esta controversia se suma a otras reacciones críticas previamente expresadas por figuras como la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, quien calificó esta medida como un intento de imponer una «visión única» sobre los acontecimientos de 2009, señalando que un fenómeno social y político de esta magnitud requiere un análisis plural y no dogmático.
El decreto ordena específicamente a la Secretaría de Educación incorporar el libro como parte de la nueva Cátedra Morazánica en los niveles básico y medio de educación, e instruye a la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG) para su impresión y distribución gratuita en instituciones educativas.