Tegucigalpa – El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández, ordenó la baja del capitán José Antonio Coello Molina sin proporcionar explicaciones detalladas sobre los motivos de esta decisión que afecta a uno de los oficiales que durante años fungió como portavoz de la institución militar.
La notificación oficial estableció que Coello fue dado de baja a partir del 30 de junio de 2025 por instrucción directa del general Hernández, quien en las últimas semanas ha mantenido una postura confrontativa contra medios de comunicación y actores políticos de oposición. La ausencia de justificaciones específicas en el documento oficial ha generado interrogantes sobre las verdaderas razones detrás de esta medida administrativa.
El capitán auxiliar de Administración José Antonio Coello Molina se había desempeñado durante muchos años como portavoz oficial de las Fuerzas Armadas, distinguiéndose por su profesionalismo en el manejo de información institucional y su respeto hacia la libertad de expresión en Honduras. Su gestión como vocero militar fue reconocida por la responsabilidad y seriedad con que abordaba las comunicaciones oficiales de la institución castrense.
En sus últimas asignaciones, Coello había sido relegado al cargo de portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta Lenca Sumpul, un puesto de menor jerarquía comparado con su rol anterior como vocero principal de las FFAA. Previamente, el oficial había prestado servicios en la Policía Militar del Orden Público y en la desaparecida Fusina, acumulando una amplia experiencia en diferentes ramas de la seguridad nacional.
Un elemento que podría estar relacionado con la decisión del general Hernández es la situación personal del capitán Coello, quien está casado con la periodista Saraí Espinal, una figura prominente en el ámbito comunicacional hondureño que incursionó en la política como candidata a diputada por el opositor Partido Liberal.
Espinal logró posicionarse entre las candidatas más votadas en las elecciones primarias realizadas en el departamento de Francisco Morazán, consolidando su perfil como una figura política emergente dentro de las filas liberales. Esta conexión matrimonial con una candidata de oposición podría haber influido en la decisión de remover a Coello de la institución militar.
La medida se produce en un contexto de creciente polarización política dentro de las Fuerzas Armadas, donde el general Roosevelt Hernández enfrenta críticas por su supuesta politización de la institución y sus constantes enfrentamientos con sectores opositores y medios de comunicación críticos con el gobierno.
La baja del capitán Coello representa otra controversia para el jefe del Estado Mayor Conjunto, quien recientemente ha sido objeto de demandas de renuncia por parte de la organización «Defensores de Honduras» y ha protagonizado intercambios públicos con generales retirados que cuestionan su gestión al frente de la institución castrense.
La decisión de dar de baja a un oficial reconocido por su profesionalismo, sin explicaciones claras y en un momento de alta tensión política, refuerza las preocupaciones sobre el manejo personalizado y discrecional que caracteriza la actual conducción de las Fuerzas Armadas bajo el liderazgo del general Roosevelt Hernández.