Tegucigalpa – La Selección Nacional de Honduras fue eliminada en las semifinales de la Copa Oro tras caer 1-0 ante México, pero el conjunto catracho logró transmitir un mensaje de crecimiento y competitividad que genera expectativas favorables de cara al proceso eliminatorio rumbo al Mundial United 2026.
El único tanto del encuentro llegó por intermedio del delantero Raúl Jiménez en la segunda mitad, quien definió la llave a favor del combinado azteca en un partido donde Honduras demostró que puede plantarse de igual a igual ante las potencias del área. La actuación hondureña evidenció un nivel de juego que sugiere mejoras sustanciales en el proyecto técnico nacional.
Durante los primeros 45 minutos, el desarrollo del juego mostró paridad entre ambas escuadras. México intentó imponer su tradicional dominio del balón, pero encontró resistencia en una Honduras que no facilitó las acciones ofensivas del favorito. Las dos selecciones generaron oportunidades de gol que no pudieron capitalizar, manteniendo el marcador en blanco al descanso.
El panorama cambió en el complemento cuando Jiménez rompió el equilibrio con su anotación. Tres minutos después, Edson Álvarez había conseguido ampliar la ventaja mexicana, pero el tanto fue anulado por posición adelantada, manteniendo vivas las esperanzas hondureñas de igualar el marcador.
A pesar de que el gol mexicano complicó el panorama para Honduras, la selección catracha no renunció a buscar el empate y generó ocasiones claras que pudieron cambiar el rumbo del encuentro. Sin embargo, la falta de precisión en los momentos decisivos impidió que el marcador se modificara.
El desempeño hondureño fue particularmente destacable en los minutos finales, donde «La H» tomó el control del balón y sometió a un México que mostró imprecisiones en su juego. Esta reacción tardía evidenció el carácter competitivo del conjunto nacional y su capacidad para generar presión sobre rivales de mayor jerarquía.
La eliminación, aunque dolorosa, deja un saldo positivo para el futuro inmediato de la selección hondureña. El nivel mostrado ante México refuerza las expectativas sobre las posibilidades reales de clasificación al Mundial United 2026, torneo que representará una oportunidad histórica para el fútbol centroamericano.
Con esta actuación, Honduras vendió cara su derrota y demostró que el proceso de crecimiento futbolístico se encuentra en una fase prometedora. Si la selección mantiene esta línea de mejoras y consolida el nivel competitivo mostrado en la Copa Oro, las aspiraciones mundialistas tienen fundamentos sólidos para concretarse en el ciclo eliminatorio que se avecina.
