Tegucigalpa – El gobierno de Honduras desmintió este viernes que Nicaragua haya retirado a su embajadora en Tegucigalpa como medida de protesta tras las discrepancias surgidas durante la reciente Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Según el canciller hondureño Enrique Reina, el cambio en la representación diplomática nicaragüense responde a una rotación normal de personal y no a tensiones diplomáticas.
«Sobre algunas noticias falsas que han circulado sobre el supuesto retiro de la Embajadora de Nicaragua en Honduras por temas supuestamente relacionados con la IX Cumbre de la CELAC, hemos conversado con nuestro compañero Homólogo Canciller de Nicaragua, Valdrack Jaentschke. Y nos ha confirmado que no existe un tal retiro, solo un cambio rutinario de Embajador y están solicitando beneplácito para su sucesor(a)», afirmó Reina.
El funcionario hondureño señaló que «las noticias falsas buscan dividir la hermandad centroamericana», desestimando así las versiones que circularon en medios internacionales.
La controversia surgió después de que el diario oficial La Gaceta de Nicaragua publicara un decreto presidencial firmado por Daniel Ortega y Rosario Murillo donde se anunciaba que el gobierno nicaragüense dejaba «sin efecto el nombramiento de la compañera Iris Audelly Acuña Huete, en el cargo de Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de la República de Nicaragua ante el Gobierno de la República de Honduras», puesto que ocupaba desde el 20 de septiembre de 2023.
Según la agencia EFE, la decisión se tomó el 9 de abril, coincidiendo con la celebración de la IX Cumbre de la CELAC en Tegucigalpa, evento al que los presidentes nicaragüenses no asistieron y donde su representante, el canciller Jaentschke, había expresado su desacuerdo por la falta de consenso en la declaración final, que fue respaldada por 30 de los 33 países miembros.
Nicaragua, junto con Argentina y Paraguay, fueron los tres países que manifestaron objeciones a la declaración final de la cumbre, lo que había generado especulaciones sobre posibles consecuencias diplomáticas.
Este episodio ocurre en un momento de intensa actividad diplomática regional, con Honduras intentando posicionarse como un actor relevante en la integración latinoamericana tras la organización de la reciente cumbre de la CELAC, mientras el país continúa inmerso en su propio proceso electoral interno de cara a las elecciones generales de noviembre.