Tegucigalpa – El gobierno de Honduras ha decidido no responder con medidas arancelarias recíprocas a Estados Unidos tras la imposición del 10% a las exportaciones hondureñas decretada por la administración del presidente Donald Trump, según confirmó el canciller Enrique Reina.
«No vamos a responder a los aranceles impuestos por los Estados Unidos ya que no deseamos tener una guerra comercial con los norteamericanos», declaró el funcionario, quien explicó que la postura de la presidenta Xiomara Castro es mantener una relación cordial con el país norteamericano.
Reina señaló que, aunque Honduras tiene derecho a aplicar una reciprocidad e imponer aranceles a los productos estadounidenses que ingresan al mercado nacional, la estrategia del gobierno es priorizar el diálogo y las negociaciones directas para resolver esta situación.
«La posición de la mandataria Xiomara de Zelaya es mantener una muy buena relación con los Estados Unidos y favorece que haya un diálogo y negociaciones directas», expresó el canciller.
La medida arancelaria impuesta por Estados Unidos no solo afecta a Honduras, sino que se extiende a más de 100 países que exportan productos al mercado norteamericano, como parte de las políticas comerciales proteccionistas implementadas por la administración Trump.
El jefe de la diplomacia hondureña también confirmó que este tema no será parte de la agenda oficial de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebrará este viernes en Tegucigalpa, descartando así un posible posicionamiento regional sobre el asunto.
La decisión de Honduras de no escalar el conflicto comercial refleja la importancia que tiene Estados Unidos como principal socio comercial del país centroamericano, así como la dependencia económica en términos de remesas, inversión y cooperación internacional.