Tegucigalpa – El director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Solís, informó este sábado que Honduras ha experimentado una reducción del 90% en incendios forestales durante 2025, al registrar aproximadamente 900 casos comparado con los 3 mil siniestros reportados en el mismo período del año anterior.
Según el funcionario, las cifras actuales indican que unas 60 mil hectáreas de bosque han resultado afectadas por los incendios durante lo que va del presente año. Solís enfatizó que aunque la cifra de 900 incendios pueda parecer elevada, representa una disminución significativa en comparación con las estadísticas del período anterior.
El director del ICF destacó que la comparación con los datos del año pasado evidencia los resultados positivos de las medidas implementadas para el control y prevención de incendios forestales en el territorio nacional. A la misma fecha del 2024, las autoridades habían contabilizado aproximadamente 3 mil incendios forestales, lo que subraya la magnitud de la reducción alcanzada.
Respecto a las causas que originan estos siniestros, Solís identificó como factores principales las altas temperaturas registradas en el país, las quemas agrícolas que salen de control y las acciones humanas deliberadas. El funcionario precisó que más del 90% de los incendios forestales tienen su origen en actividades humanas, lo que confirma que el factor antrópico continúa siendo el principal desafío en la prevención de estos eventos.
Los incendios forestales generan múltiples consecuencias negativas para el país, incluyendo contaminación atmosférica, pérdida significativa de biodiversidad y serios problemas de salud pública. Las zonas más afectadas por el deterioro de la calidad del aire incluyen Tegucigalpa y el Valle de Sula, regiones donde la contaminación derivada de los incendios impacta constantemente las condiciones ambientales.
La reducción reportada por el ICF representa un avance importante en los esfuerzos gubernamentales por proteger los recursos forestales del país, aunque las autoridades mantienen la necesidad de continuar fortaleciendo las estrategias de prevención y control, especialmente considerando que la actividad humana sigue siendo el factor predominante en la generación de estos siniestros.