Tegucigalpa – Los municipios de Danlí en El Paraíso y Catacamas en Olancho enfrentan una grave crisis de comunicación terrestre tras el desbordamiento de ríos causado por las intensas lluvias que azotan Honduras, dejando a más de 40 comunidades completamente incomunicadas y a miles de personas en situación de emergencia.
En el sector del río Guayambre, en Danlí, más de 40 comunidades han quedado aisladas tras el desbordamiento del afluente provocado por las precipitaciones de los últimos días. La crecida ha cubierto caminos y pasos estratégicos, impidiendo completamente el tránsito de personas y vehículos hacia estas zonas rurales.
Los habitantes de la región reportan severas afectaciones en sus cultivos y expresan preocupación por la posibilidad de quedarse sin acceso a insumos básicos si la situación de incomunicación persiste. Las autoridades locales se encuentran evaluando las condiciones para enviar ayuda humanitaria y restablecer la conectividad con las comunidades aisladas.
La situación en Olancho presenta características similares de gravedad. El desbordamiento del río Guayape arrasó con un puente de madera en Catacamas, dejando a cientos de personas incomunicadas y sin acceso terrestre a servicios básicos. Esta infraestructura era vital para la movilización de la población local y el transporte de productos agrícolas.
La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) actualizó el balance de la emergencia nacional, confirmando una víctima mortal, seis personas rescatadas y más de 1,700 familias afectadas, lo que representa a más de 5,500 hondureños impactados por el paso de las lluvias sobre el territorio nacional.
La magnitud de la emergencia evidencia la vulnerabilidad de las comunidades rurales ante eventos meteorológicos extremos, especialmente aquellas ubicadas en las riberas de ríos y en zonas de difícil acceso. La destrucción de infraestructura vial y la incomunicación prolongada representan desafíos adicionales para las labores de rescate y distribución de ayuda humanitaria.
Las autoridades de emergencia mantienen activos los protocolos de respuesta mientras evalúan alternativas para restablecer el acceso a las comunidades afectadas, en un contexto donde la persistencia de las lluvias podría agravar la situación en las próximas horas.