Tegucigalpa – Con un mensaje de compromiso histórico, el licenciado Longino Becerra respondió a su designación como titular de la Secretaría de Derechos Humanos, prometiendo cumplir «como soldado de Morazán» con la agenda gubernamental en esta materia tras el nombramiento oficial de la presidenta Xiomara Castro.
«Señora presidenta, agradezco profundamente la responsabilidad que hoy delega en mi persona. Cumpliré, como soldado de Morazán, con su propuesta de gobierno en materia de derechos humanos», declaró Becerra al aceptar el cargo que dejó vacante Angélica Álvarez, quien renunció para incorporarse como designada presidencial en la fórmula electoral de Rixi Moncada.
La llegada de Becerra a la secretaría coincide con señalamientos urgentes de organizaciones de la sociedad civil y activistas del sector, quienes han identificado el Mecanismo de Protección para defensores de derechos humanos, periodistas y operadores de justicia como una prioridad que requiere atención inmediata. Esta problemática se perfila como uno de los principales retos que deberá enfrentar la nueva administración.
El nombramiento forma parte de una reestructuración más amplia del gabinete ejecutivo, que incluye la designación del abogado Javier Efraín Bú Soto, actual embajador en Washington, como nuevo Canciller de la República. Paralelamente, la presidenta Castro anunció que asumirá temporalmente las funciones de la Secretaría de Defensa Nacional, ejerciendo sus atribuciones constitucionales como comandanta general de las Fuerzas Armadas.
En su mensaje de transición, la mandataria expresó su reconocimiento hacia los funcionarios salientes: «Agradezco profundamente a quienes han ejercido con responsabilidad y eficiencia estos altos cargos, brindando un valioso servicio a la Patria», destacando la gestión de quienes concluyen sus responsabilidades en el ejecutivo.
El contexto en el que asume Becerra presenta múltiples desafíos para Honduras en el ámbito de los derechos humanos, tanto en el escenario nacional como en las relaciones internacionales. Esta situación coloca a la nueva administración de la secretaría bajo el escrutinio directo de organizaciones defensoras de derechos humanos y observadores internacionales.
La expectativa en torno a la gestión de Becerra se intensifica considerando su trayectoria como activista y defensor de derechos humanos, lo que genera esperanzas de un abordaje más proactivo en la resolución de problemáticas estructurales que han marcado la agenda nacional en esta materia.
Los observadores políticos interpretan estos cambios como una estrategia del gobierno para fortalecer áreas sensibles de la administración pública, especialmente en un momento donde la protección de defensores de derechos humanos y periodistas se ha convertido en una demanda prioritaria de la sociedad civil organizada.