Tegucigalpa – El ministro de Educación, Daniel Esponda, descartó tajantemente la posibilidad de una suspensión nacional de clases ante el incremento significativo de las temperaturas registrado en diversas zonas del país, donde los termómetros han alcanzado hasta 40 grados Centígrados en las regiones costeras.
«Quiero ser categórico: no vamos a suspender clases. Lo que se ha establecido son recomendaciones, no decisiones generales», expresó el funcionario, quien enfatizó que las medidas deberán ser evaluadas caso por caso según las condiciones específicas de cada región.
Esponda explicó que cualquier medida adicional más restrictiva deberá ser implementada a nivel municipal, departamental o por zonas específicas, considerando que «las temperaturas no son uniformes en todo el país». Esta diferenciación geográfica permite un manejo más preciso de la situación según la intensidad del calor en cada región.
Los registros más elevados se han concentrado en las zonas costeras del norte y sur del país, donde las temperaturas han llegado a los 40 grados Centígrados, mientras que en otras regiones oscilan entre los 30 y 36 grados, creando un mapa térmico diverso que requiere respuestas diferenciadas.
Como parte del protocolo preventivo establecido por el Ministerio de Educación, se ha ordenado la suspensión temporal de las clases de Educación Física que se desarrollen al aire libre, medida que busca evitar la exposición prolongada de los estudiantes a la radiación solar durante las horas de mayor intensidad.
Adicionalmente, las autoridades educativas han instruido mantener a los estudiantes en espacios ventilados y con sombra, así como garantizar el acceso a agua potable suficiente durante toda la jornada escolar. También se ha hecho un llamado específico a los padres de familia para que aseguren que sus hijos lleguen adecuadamente hidratados a los centros educativos.
«Debemos proteger a los niños más vulnerables sin interrumpir el proceso educativo. Estas medidas buscan minimizar riesgos sin comprometer el desarrollo académico», añadió el ministro, subrayando el equilibrio que busca el gobierno entre la protección de la salud estudiantil y la continuidad del calendario escolar.
Especialistas en salud han respaldado las medidas adoptadas, reiterando recomendaciones fundamentales para prevenir golpes de calor, incluyendo evitar la exposición directa al sol durante las horas pico, mantener una hidratación constante y utilizar vestimenta ligera de colores claros que reflejen la radiación solar.
Las autoridades educativas confirmaron que mantendrán un monitoreo permanente de las condiciones climáticas y no descartaron la posibilidad de implementar ajustes adicionales en aquellas zonas donde las temperaturas extremas representen un riesgo significativo para la salud de la comunidad escolar.
Esta decisión ministerial se produce en un contexto donde varios centros educativos del país ya habían comenzado a implementar medidas preventivas por iniciativa propia, adaptando horarios y actividades para proteger a los estudiantes del intenso calor que caracteriza esta temporada.