Tegucigalpa – La ceremonia de despedida del Papa Francisco, que tendrá lugar este sábado a las 10:00 hora local (8:00 GMT), mantendrá la solemnidad y el simbolismo característicos de los funerales papales, aunque con algunos elementos distintivos que marcan la personalidad del pontífice argentino.
Según detalla el libreto oficial, la liturgia exequial estará presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, acompañado por un impresionante cortejo de 220 cardenales y aproximadamente 750 obispos y sacerdotes, que ocuparán el lado izquierdo de la plaza de San Pedro.
El féretro ante los fieles

El momento más conmovedor llegará cuando los ‘sediarios’ (portadores tradicionales del Vaticano) trasladen el féretro desde el interior de la Basílica hasta el centro de la plaza, colocándolo sobre el ‘sagrado’ con un libro del Evangelio encima, simbolizando la dedicación del Papa a la palabra de Dios.
La ceremonia, que se desarrollará principalmente en latín, incorporará lecturas en diferentes idiomas: la primera en inglés, la segunda en español, mientras que la homilía será pronunciada por el cardenal Re en italiano, reflejando la universalidad de la Iglesia Católica.
Una liturgia llena de simbolismo

Los ‘ritus initiales’ comenzarán con el canto del réquiem y la conmovedora antífona de entrada: «Da, Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua», estableciendo el tono solemne de la celebración.
Tras el canto del kyrie, el cardenal Re elevará una oración por «el papa Francisco que ha presidido tu Iglesia en la caridad», pidiendo que «comparta con el rebaño que le ha sido confiado la recompensa prometida a los fieles del Evangelio».
La homilía estará dedicada al legado del pontífice y a los gestos más significativos de su pontificado, que transformó la imagen de la Iglesia durante su servicio papal.
Momentos clave de la despedida

En las oraciones de los fieles se elevará una súplica especial: «Por el difunto papa Francisco, para que el Príncipe de los Pastores, que siempre vive para interceder por nosotros, lo acoja benignamente en su reino de luz y de paz».
Durante la Consagración, un concelebrante aplicará la Santa Misa con las palabras: «Acuérdate de nuestro hermano el papa Francisco que has llamado de esta vida a tu presencia…».
Tras la comunión, llegará uno de los momentos más emotivos con la ‘Ultima commendactio’, la encomienda final del alma del Papa a la misericordia divina.
Una despedida ecuménica
La ceremonia incluirá tres oraciones especiales que reflejan la universalidad de la Iglesia: una «súplica de la Iglesia de Roma» presidida por el cardenal vicario junto al ataúd; una oración «de las Iglesias orientales» encabezada por un patriarca oriental; y finalmente, una oración del cardenal decano en nombre de toda la Iglesia.
En el ‘Responsorium’, el cardenal Re esparcirá agua bendita e incensará el féretro, y posiblemente colocará su mano sobre él a modo de despedida personal, como hizo Francisco en el funeral de Benedicto XVI.
El último deseo del Papa

Rompiendo con siglos de tradición, Francisco dejó indicado que fuera enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, no en la Basílica de San Pedro como sus predecesores. Además, ha solicitado ser sepultado directamente en la tierra, en una tumba sencilla que llevará únicamente la inscripción en latín: ‘Franciscus’, un último gesto de humildad que define su pontificado.
Con el canto de la Antífona, el féretro será conducido primero al interior de la Basílica de San Pedro para preparar el cortejo que finalmente lo llevará a su lugar de descanso en Santa María la Mayor, cumpliendo así con la voluntad del pontífice que transformó la Iglesia Católica en el siglo XXI.